Tiempo.

Tiempo, la palabra más tierna y a la vez más triste ya que no es lo mismo decir "Llevo con él tres años" que "Llevo tres años sin él".
¿Quién no quiere volver atrás y recuperar lo perdido? Todo el mundo quiere, pero nadie puede.
Eso no quiere decir que uno se arrepienta de lo que hizo en su día, o a lo mejor sí, sino de no poderte haber despedido de alguien a quien ahora mismo añoras y siempre lo tendrás en tu mente.
De decirle a aquella persona que gracias por haber existido y de estar a tu lado cuando más lo necesitabas o simplemente por estar ahí, en tu vida.
Ojalá se pudiese retroceder, si, ojalá se pudiese decir todo lo que en su día no le has dicho y ahora te arrepientes. Pero es imposible, de lo que uno hace nunca se puede arrepentir, porque ¿de qué te sirve que te arrepientas si después no puedes hacer nada? por eso siempre cuando vallas a hacer algo, piénsalo y luego actúa. El tiempo es demasiado corto para desaprovecharla.
A veces uno dice "ojalá tuviese "tantos" años" pero no sabes que tu año, ya sean catorce, quince, dieciséis o cincuenta, sólo lo vivirás una vez en la vida "supuestamente" (si detrás de la tumba no hay otra vida claro) y ese "tantos" años ya vendrán, más tarde, más temprano, pero vendrán.
Así que... Nunca dejes para mañana lo que puedas hacer hoy y vive cada día como si fuese el último, como si te murieras al día siguiente.
Él tiempo está ahí y tu tiempo lo llevas tú como quieres, pero siempre llévalo de la mejor forma posible.

Nunca pienses que el tiempo te ata, te presiona y te desgasta. Eso solo pasa si tu quieres y piensas en ello. Vive lo mejor que se pueda vivir pero nunca permitas que el tiempo te influya. Lo que pasó, pasó.